Taller de Arquitectura 1 (ARQ 110) Sección 1
Docentes: Sebastián López + Makarena Ceballos
Utopías Domésticas 💾️ 💾️
«…El universo entero se concentra en una pequeña pantalla, al tiempo que la cama flota en un océano infinito de información. Acostarse no es descansar, sino moverse. La cama es ahora un lugar para la acción. Pero el inválido voluntario no necesita sus piernas. La cama se ha convertido en una prótesis más avanzada (…) mientras se esta acostado: leyendo, escribiendo, hablando y, por supuesto, comiendo, bebiendo, durmiendo o haciendo el amor…»
Privacidad y publicidad en la era de las redes sociales. Beatriz Colomina.
El taller propone la dimensión de lo doméstico como un campo de investigación, exploración y experimentación desde la cual se describe, observa, analiza, representa y reflexiona en torno a lo cotidiano como insumo para introducir al estudiante a la disciplina arquitectónica.
Metodológicamente, el taller se estructura en tres partes.
Primero: la subversión del espacio doméstico. Donde se estudia mediante tres escalas de información (soporte espacial -vivienda-, actividades -usos- y objetos) la cotidianidad en la vivienda de los estudiantes. En esta primera aproximación se busca identificar cómo este sistema de relaciones multi-escalar han sido transformados o re-configurados programáticamente de su uso convencional.
Segundo: escalas de actividad. Donde se friccionan los primeros hallazgos de las actividades domésticas íntimas y privadas hacia una vocación relacionada con lo colectivo y lo público. En esa extrapolación, se detonan aperturas y cuestionamientos programáticos con el fin de obtener un inventario de posibles actividades que sirven como insumos para el proyecto arquitectónico.
Tercero: del componente al sistema. Se crean nuevos imaginarios que pongan en crisis ciertas convenciones desde el habitar doméstico, llevándolas al límite para plantear preguntas desde la exploración espacial y programática. En esta etapa, todo lo desarrollado por el estudiante individualmente se convierte en un trabajo grupal, con el fin de articular partes a través de la negociación y crear un total que detona una nueva realidad entorno a lo doméstico y lo colectivo.
Finalmente, el taller no plantea resolver problemáticas, más bien propone abrir preguntas con el fin de inducir al estudiante a la disciplina desde un sentido crítico de su realidad y cotidianidad. El taller está configurado como una extensión de insumos y procesos pedagógicos que informan sobre el proyecto arquitectónico, planteando la premisa que el diseño no surge de manera espontánea o desde un papel en blanco, tanto los insumos generados como las relaciones externas -textos, películas, documentales-, nutren las decisiones proyectuales.
The studio proposes the dimension of the domestic as a field of investigation, exploration, and experimentation from which it is described, observed, analyzed, represented, and reflected on every day as an input to introduce the student to the architectural discipline.
Methodologically, the workshop is structured in three parts.
First: the subversion of the domestic space. Where the student’s daily domestic life is studied through three information scales (spatial support -house-, activities -use- and objects). This first approach seeks to identify how this system of multi-scalar relationships has been programmatically transformed or reconfigured from its conventional use.
Second: scales of activity. Where the first discoveries of intimate and private domestic activities are in friction towards a collective and public occupancy. In this extrapolation, openings and programmatic questions arise in order to obtain an inventory of possible activities that serve as inputs for the architectural project.
Third: from the component to the system. New imaginaries are created that put certain conventions belonging to the domestic dwelling into a crisis, taking them to their limits to pose questions about space and programmatic exploration. In this stage, everything developed by the student individually becomes group work, in order to articulate parts through negotiation and create a total that detonates a new reality around the domestic and the collective.
Finally, the studio does set out to solve problems, rather it proposes to open questions in order to introduce the student to the discipline from a critical standpoint based on their reality and daily life. The studio is configured as an extension of pedagogical inputs and processes that inform the architectural project, raising the premise that design does not arise spontaneously or from a blank slate, but rather from inputs generated as external relations – texts, films, documentaries- nurture the project decisions.